Cómo cuidarme cuidando a mi hija

Cómo cuidarme cuidando a mi hijaSeguro que os suena la frase:

“Lo hago todo por mi hija. Ella lo es todo para mí”

En sí es una frase muy bonita, que relata este sentimiento tan profundo de madre protectora y cuidadora. Este amor salvaje, más grande que el mundo entero. Pero también nos deja entrever una carencia, una grave falta de amor propio

Cuidar a mi hijaMi hija me necesita

La cuido, la amo, y ese sentimiento tan abrumador parece que no deja espacio al cuidado propio. Es igual si estoy cuidada, lo que importa es que ella esté bien. Qué más da si tengo hambre, sed, sueño, ganas de ir al lavabo, si me duele la espalda, ya se me pasará, ya me atendré más tarde ( igual me lo merezco porque no valgo nada- ¿es esta la frase que suena en la profundidad?), lo único que importa es que mi bebé tenga el pañal seco, su hambre y su sed saciada, que duerma cuando lo necesite, que pueda jugar y moverse cuando quiere, que tenga su mamá cerca siempre que lo desee…

¿Os suena verdad?

¿Pero dónde quedan nuestras necesidades, mamás? ¿Quién nos cuida si no nos cuidamos a nosotras mismas? ¿Y al final qué aprenden nuestros/as hijos/as? “¿Cuida a los demás, pero nunca a ti misma?”

Es una postura nada respetuosa con nosotras mismas, nada sana y muy desgastante. Y ese desgaste puede acabar por dejar su imprenta en la relación de pareja – porque necesito que me cuiden, pero mi pareja no puede hacerlo todo, tiene su trabajo, está poco en casa y no llega para todo. Pero es lo que espero de él, y me enfado, si no lo hace.

Le culpo porque yo no me cuido…

Para encontrar una salida a todo esto, y siguiendo el hilo de mi post La educación respetuosa no sirve para nada, en el que comparto la importancia de ser amable con una misma, he investigado cómo puedo aplicar este descubrimiento tan revelador en la práctica: en mi día a día de madre cuidadora.

Mi intención es explorar cómo actuar de forma respetuosa conmigo misma, amarme, acompañarme, para poder acompañar a mi hija de una forma más sana y sincera. Lo haré en varios posts de los cuales este es el primero. No quiero escribirlo todo junto, porque quiero asimilarlo, practicarlo y hacerlo mío. Quiero retarme a cambiar patrones muy arraigados, y eso necesita tiempo y persistencia.

Amarme para poder amarla mejor¿Entonces, cómo cuidarme cuidando a mi hija?

Empecemos por lo fácil:

Para un buen cuidado, lo primero a tener en cuenta es la satisfacción de las necesidades básicas.

Atiendo a mi cuerpo. Le doy comida y bebida cuando me lo pide, voy al lavabo cuando tengo ganas, me abrigo desabrigo si siento calor o frío, descanso si me siento cansada, cambio de postura cuando mi cuerpo me avisa, con un dolor, que no está cómodo.

Sencillo, ¿verdad?
Quién está en el planeta mamá, mundo crianza con apego, sabe que no lo es tanto…

Hoy mismo empiezo un RETO

Pero hoy me desafío a cambiar. Y a ti que me estás leyendo, si te apetece, también.

Durante una semana, atiendo a mis necesidades básicas ANTES de las de mi bebé.
(Y lógicamente ANTES de cualquier trabajo u ocupación.)
Porque yo soy su cuidadora, para cuidarla tengo que estar cuidada.
Es duro escucharlo, ¿verdad?

Atención que esto no significa para nada que no la atienda a ella. No quiero que me malinterpretéis. Como mamis nunca podemos abandonar el cuidado de nuestros hijos. Ni un segundo. Pero puedo y debo atender a mis necesidades, para estar bien para atender las suyas.

Pensemos en las instrucciones que nos dan en el avión, donde dicen claramente que te pongas la mascarilla de oxígeno antes de ponerla a tu hijo o hija…

¿Y cómo lo puedo lograr? Llevándola conmigo mientras me cuido, por ejemplo.
¡¡Pero solo de pensarlo ya se me ponen todos los pelos de punta!! Tengo que cuidar a mi bebe, ¡es lo más importante!

Si… pero ella estará bien, aunque me vaya a buscar algo de comer antes o mientras esté comiendo de mi pecho… ¡De acuerdo, allá vamos!

Entonces… ¿Qué significa esto en el día a día?¿Cómo atiendo a mis necesidades básicas? Aquí te dejo

Algunos ejemplos ilustrativos…

  • Si tengo hambre, dejo todo lo que estaba haciendo y atiendo a mi cuerpo dándole de comer. Hago lo mismo cuando mi hija me señaliza sus ganas de alimentarse, ¿verdad? Eso significa que toda la lista de trabajos domésticos tan importantes de realizar en este momento, aprovechando que Lua Llum juega solita, quedan para segundo plano.
  • Si mi cuerpo me señaliza que tengo que hacer pipí, me dirijo al baño – con o sin bebé – antes de que me duela la barriga. Aunque esto pueda significar que la niña se despierte, porque está enganchada a la teta.
  • Cuando alguna parte de mi cuerpo me señale incomodidad, me cambio de postura antes de contracturarme, pese a que mi bebe se pueda despertar y soltar un pequeño o gran quejido.
  • Si me siento cansada, y la espalda me empieza a doler porque llevo una hora porteando a mi hija dormida, me siento o la pongo en el carrito para cuidarme y descansar. Y si eso significa el final del sueño de mi bebé, que así sea.
  • Si tengo calor, me saco el jersey, si tengo frío me visto…aunque Lua Llum esté dormida en la mochila y eso signifique despertarla.
  • Si tengo sueño…no me puedo ir a dormir con mi hija despierta estando las dos solas en casa. Pero podemos ir juntas a la habitación, me puedo echar en la cama y ella puede jugar…y quién sabe, ¡quizás le vengan ganas de una siesta!

Escribiendo los ejemplos siento lo difícil que será este reto para mí.
¡Pero si no no sería un reto!

Te amo y te cuido, hija¿Me acompañas en este RETO?

7 días (iniciales) de atender tu cuerpo, tus necesidades básicas, al momento. Con el bebé en brazos, o esperando un momento en el suelo, allá donde esté mejor en ese momento. Sin dejar de cuidar al bebé, cuidarte a ti…
Me/te reto…

Empezamos este jueves. Nos podemos acompañar mutuamente durante la semana dejando comentarios en este post, y si os apetece me podéis escribir un email a meatrevoasalir@gmail.com con vuestro nombre y número, y abrimos un grupo de Whatsapp para hacer tribu y apoyarnos más de cerca todavía. De aquí a una semana actualizo el post y te explico cómo ha ido este experimento de cultivo de amor propio y te invito a hacer lo mismo dejando un comentario. 🙂

La idea de hacer Retos y apoyarnos en tribu la tengo de Marta Meléndez, ecomama.cat, ¡que es una gran inspiración para mí en tantas cosas y un apoyo imprescindible en mi maternidad. ¡Te animo a mirar su blog!

¡Hasta pronto!


Y, una semana después…

Estoy contenta y agradecida por esta semana de RETO. Al principio parecía que nadie se apuntaría, y me estaban dejando las fuerzas. Me estaba intentando esquivar del RETO, y que estaba sola era la excusa perfecta. Pero unas horas más tarde, a mí me parece algo mágico, se creó un pequeño grupo de whatsapp con 4 participantes, todas dispuestas a aprender a cuidarse cuidando a sus hijas.

He vuelto a ver la importancia de la comunidad, de la tribu. ¡Sin vosotras no lo hubiera logrado! Pero hoy puedo decir:

¡RETO superado!

Gracias a todas por acompañarme y por dejarme acompañaros en este viaje. Fue difícil pero he conseguido cambiar – obligándome por veces -ciertas costumbres:
Ahora me pongo en postura cómoda para dar el pecho. Como cuando tengo hambre, bebo cuando tengo sed, descanso cuando estoy cansada… solo hay un punto que todavía me cuesta: levantarme de noche cuando tengo que ir al baño, aun sabiendo que quizás se despierta mi bebé…

¡Pero lo mejor de todo es que hemos decidido seguir con el RETO!

Se irá transformando con el pasar del tiempo, y cada dos semanas habrá algún tema nuevo para incorporar en el gran RETO que me mueve:

Aprender a ser amable conmigo misma, a cuidarme y amarme.

Porque aquí es donde todo empieza. Cuidarme a mí misma es lo más importante del mundo. Si me amo y me respeto, todo fluye.
Porque mi hija aprenderá de mis actos (no de mis palabras). Y por encima de todo lo demás, deseo que sepa respetarse a ella misma. Que el amor propio florezca dentro de ella y sea el combustible de su vida, la energía que transforme su pasaje por la Tierra en un paraíso…

Porque la amo más que todo…

Eh, ¡pillada!
No, todavía no lo he logrado…
Algún día lo podré decir: porque la amo, igual que me amo a mi…

Y hasta que llegue este día, ¡seguimos con el RETO!
¿Te apetece venir con nosotras en este viaje hacia la autoestima?
Te ha servido este post para empezar a cuidarte cuidando? ¡Dejame tu comentario!

 

8 comments

  1. Clara says:

    Gracias Sara Nima, por recordarme la importancia de estar cuidada. Ya hace tiempo, que pienso en que debería atender también mis necesidades y si soy sincera, me da rabia ver como mi compañero nunca ha dejado de cuidarse. Él, NUNCA, deja una ducha por nada!!! Aunque parecen cosas lógicas y sencillas, estoy contigo cuando dices que no lo son.

    Te acompaño en este reto!

    • Sara says:

      ¡Gracias Clara!
      Como te entiendo…
      El tema rabia & compañero tengo pendiente de exponerlo en otro post… ¡un tema muy interesante y difícil! Otro RETO 🙂 Un abrazo y gracias por la compañía 🙂

  2. Cristina says:

    Sara gràcies x aquest repte i x formar part d’ell. Haig de reconeixer que abans ni hem plantejava la prioritat de les meves necessitats, menys encara al tornar de treballar el primer de tot era ella i el que hem demanava.
    Estic amb tu q akesta tribu és totalment necessaria per no deixar-jo per «la propera vegada fare»

  3. Nutrición, Macrobiótica y Flores says:

    Hola! Seguís teniendo un grupo para este tema? Soy mamá a tiempo completo de una niña de 2 años y medio y cuando estoy en la fase premenstrual, me cuesta mucho, ya que es una fase para mí de gran cansancio y de necesidad de interiorizacion; sin embargo, los niños demandan permanentemente interactuar y que estés hacia afuera, por no hablar de que el descanso roza casi lo imposible cuando eres mami de un niño tan pequeñito y te ocupas de la casa…
    Alguna idea para hacer más llevadera esta fase?
    Gracias ??
    Ana

Deja una respuesta