¡Cómo duele la separación! Mi hija ya va a la escuelita

¡Cómo duele la separación! Mi hija se va a la escuelitaLas separaciones duelen. Partiendo de un estado de fusión total, y saber que el camino natural es separarte cada vez más de tu bebé, hasta que sea adulto y quizás ya no tenga ganas ni de hablarte (ay madre, no quiero ni pensarlo) es duro. ¡Duele!

La primera vez que escribí sobre este tema fue en El duelo de la primera separación. Lua Llum tenía 10 meses. Ahora tiene 28 meses y vuelvo a sentir el mismo dolor.

No sé cómo empezar pero necesito encontrar palabras para lo que está sucediendo en mi interior. Para aclararme, para darle un nombre, para poner luz…

¿Os acordáis, cuando os conté mi crisis, cuando mi hija acababa de hacer dos años en La crisis de los 2 años (de la madre)? Sentía una necesidad vital de espacio propio, de empezar algo solo mío, de volver a encontrar mi yo, más allá de ser mamá.

Desde hace un mes que tengo ese espacio. 3 mañanas por semana, de 8 a 13. ¿Qué bien verdad? Debería estar súper feliz. ¡Así me lo imaginaba!
Feliz por tener tiempo para mí, más equilibrada con mi hija, creativa y creadora de mí proyecto personal… Pero no es así.

Y me siento así…

Antes de todo, siento tristeza. Tristeza por lo que se está acabando. Por estar poco tiempo con mi hija. Porque ha llegado el momento de soltar un poco más…

Siento dolor. Me duele dejarla en la escuelita. Me duele ver como juega a ser bebé y me dice que los bebés necesitan a su mamá… Y yo necesito a mi bebé

Siento culpa. Me siento culpable por dejarla sin su madre, y por querer estar sin ella. Ya no lo quiero tanto… Pero sé que es el camino natural.

Y me encuentro sola, en casa, con 5 horas por delante para crear, para cuidarme, para volver a ser yo… y me siento perdida. ¿Dónde estoy, quien soy ahora?

La primera semana estuve tan nerviosa que no pude disfrutar ni un segundo. Tenía tantas cosas a hacer acumuladas que no sabía por cual empezar y pensaba que no podría hacerlas todas en 5 horas. No hice ni una.

La semana siguiente cambie de estrategia. Quiero que mi proyecto nazca del placer, de mi esencia. No quiero crearlo nerviosa y con miedo. Entonces prioricé el cuidarme. Caminar, meditar, comer sano y gustoso. Poco a poco empiezo a crear, surgen oportunidades… sigo aplazando el proyecto grande por un bloqueo artístico que ahora toca desmantelar…

Salen mis miedos, mis fobias, los “yo no puedo” y “dentro de mí no hay nada bueno para enseñar al mundo”. El “no soy suficientemente buena” y “no valgo para esto”. Mi cuerpo me muestra este bloqueo con un nudo en la garganta

Me sorprende lo perdida que estoy sin mi bebé. Fueron más de dos años de dedicación casi exclusiva, y ahora, no sé cómo ser sin ella. Lo sabré. Seguro. Pero ahora es el momento de sentir dolor. Duele dejar ir.

Duele encontrarme conmigo misma, sin filtros.

Ya no tengo ganas de esconderme. Ni ganas de distraerme. Podría mirar pelis, o el Facebook durante horas. Podría beber, fumar, o comer mucho chocolate. Podría no mirar mi dolor. No es momento para eso.

Ahora es momento de estar de caras conmigo misma, con todo lo que soy y lo que no. Sentir la tristeza, el dolor, el miedo. Sentirme perdida, insegura. Mirar al mundo y no encontrar mi lugar. Una parte de mi quiere continuar en la burbuja. Cuidar a mí bebe y nada más. Así tengo un objetivo, un propósito.

Así soy útil, tengo mi lugar.

Es momento de tener mucha paciencia conmigo misma, hacerme muchos mimos y confiar. Dejarme sentir todo esto y dejarlo pasar. Ser valiente, creer en mí y crear mi lugar en el mundo (laboral). Practicar el sentirme segura y a gusto también en los momentos que tengo miedo, que siento incomodidad, falta de autoestima, y tantas otras emociones conectadas a creencias antiguas que poco a poco salen a la luz.

Doy las gracias por mi lugar familiar, que me da estabilidad. Amo a Mar Sereno y a nuestra hija. Os pido paciencia… Quizás tardo un poco más a crear aquello que hace años encuentro escusas para no avanzar… quiero que nazca de dentro, que sea puramente yo, con mucho amor.

Me gustaría saber tu experiencia… saber que no soy la única. ¿Es natural sentirme así? ¿Te ha pasado?
Puedes dejar tu comentario en esta página, en Facebook o Instagram, o escribirme un email. Muchas gracias por leerme, y ¡hasta el martes que viene!

2 comments

  1. Anna says:

    Para mi, el único camino que me ha liberaro de todo esto y conectado con amor verdadero, la fe. ❤️
    Deseo que encuentres tu camino.

Deja una respuesta