Mi hija de 32 meses – creciendo y soltando

Mi hija de 32 meses – creciendo y soltandoEste es el diario de una madre, que desea retener en la memoria cada detalle de la vida desde que tiene al tesoro más bello del mundo con ella… Lua Llum, la luz de su vida

32 meses y 20 días. Y todavía los cuento, ¡sí!
De aquí a poco tendrá 3 años. Wow, ¡3 años! Una niña preciosa

Si te interesa leer los relatos de otros momentos, los puedes encontrar aquí:

Mi hija de 28 meses – ¡Entre cobijarse y volar!
Mi hija de 24 meses – ¡Pura vida, pura felicidad!
Mi hija de 18 meses – Amor en todas las direcciones
En un día como hoy – mi bebé de 14 meses
El duelo de la primera separación


Lua Llum, brillante como la luna, suave y sensible como el viento, fuerte e inmensa como el mar

¿Qué puedo explicar sobre ti?

Me asombro cada día con la pureza de tu Ser, con tus logros, cuando veo como se va formando tu personalidad. Con la memoria tan exacta y extensa que tienes. Te acuerdas de cosas de hace un año, ¡media vida!

Asimilas expresiones, maneras de hablar, nuevas palabras y canciones solo con escucharlas una vez. Tipo reproductor de CD, con una exactitud fascinante.

Me encanta tu sentido del humor, tan creativo y presente. Tus juegos coloridos, imaginativos y sanadores. Cada acontecimiento que te impregna es revivido las veces que haga falta jugándolo con tus muñecos. O con cambios de rol en los que yo soy la niña que llora porque tú, su mamá, te vas a trabajar… “¡Quiero que llores!”, me miras “llorando” y te vas. Y eso repetido hasta que yo o tú nos cansamos de jugar.

El «por què» nos sigue acompañando, y más cuando tienes sueño, a veces por aburrimiento, como un disco rayado… nos acabamos riendo juntas con el exagero de porqués…

Hace unos meses, empezando el verano, tuviste una época de muchos miedos. Miedo a los ruidos fuertes, como las motos, los camiones, los aviones y tractores. Miedo a las olas del mar. A cruzar la calle. Al ladrido de los perros. Miedo a infinitas cosas, que poco a poco, supiste superar.

La timidez extrema con gente desconocida también se va… eso sí, tienes claro quién te gusta y quién no merece tu atención 😀

Mi hija de 32 meses – todo lo que te encantaTodo lo que te encanta

Te atrae la música y los sonidos en general, y qué bonito que ahora vamos a bailar y a hacer música juntas, cada viernes, con Mamacrea, familia creativa!

Te gusta recibir y dar abrazos y mimos, ¡qué regalo!

Te fascinan los cuentos, contados o leídos, y explicarlos también.

Te deleita cantar canciones, aprendidas o inventadas, lo importante es cantar.

Te encanta hablar, más que todo en el mundo, hablar, hablar, hablar… Eres ya una profesional de conversar de mil temas y maneras. Y ahora que parece que se te va la timidez, toda la gente con la que simpatizas y que se nos cruza por la calle tiene la oportunidad de disfrutar de tu arte de charlar.

Te maravillan los bebés, reales y en tus juegos. Bebés humanos, bebés de animales… Te gusta cuidar a un bebé, dormirlo, darle teta (o bibi!), abrazarlo, cantarle, cuidarlo… Y te gusta ser un bebé, al que le cuida su papá. Y el papá lo enseña a la mamá y tiene que decir “Mira que bebé más pequeñito! ¡Oh, qué bonito!”  Cómo dices tú, muy acertadamente:

“Soy una niña un poco grande y un poco pequeña.”

Te gusta tu hermana, una amiga imaginaria que aparece en tus relatos y juegos.  Lo imposible y lo diferente, lo contrario a lo que vives o lo que tu mamá no te deja hacer. Todo eso lo haces con tu hermana o en su casa. Por cierto, muchas veces esa hermana es un bebé que se llama Laia.

Te deleitan los dulces, cómo no. El sabor a fresa, el chocolate, los helados, las hamburguesas y el arroz con tomate de la abuela (que parece que es mucho mejor que el de casa). La pasta, los champiñones y las batatas, los guisantes y los palos del brócoli y de verdura ya… Todo separado, si es mezclado y no sabes bien qué cosas hay prefieres no probar…  El pan con mantequilla y miel, un poco de queso, fuet, chorizo, cacahuetes y anacardos… La fruta también y el yogurt. Dicho así parece mucho, pero tu mama se preocupa, sin razón, ya lo sé, por tu dieta “desequilibrada” 😀

¡Disfrutas tanto pintando, creando en el papel! Puedes estar 10 minutos en silencio, probando muchas maneras de pintar: líneas, círculos, con movimiento rápido para que caigan gotas, apretando el pincel, sobreponiendo colores, pintando superficies… es un placer observarte en silencio también.

Te hipnotizan los dibujos que te dejamos mirar en alemán, y en consecuencia, hablar en alemán también te gusta.

Te encanta jugar con tu papá o con tu abuelo, sin parar.

Bien pequeñita, un poco después de saber caminar, ya empezó tu fijación por saltar. Lo practicaste y practicas tanto que ahora haces saltos dignos de circo en nuestra cama 2×2 de muelles. ¡Te flipa!

Te atrae ir en patinete por las aceras, con tu cuidado extremo, pero soltándote cada vez más.

Te maravilla bañarte en la piscina y, al final del verano, ¡por fin! también en el mar. Con los manguitos disfrutas del agua, saltas y nadas, juegas y ríes…

Creciendo y soltandoCreciendo y soltando

La teta va a menos, de forma natural. Ya no succionas del modo cría hambrienta. Chupeteas un poco, no llega a un minuto, cada teta. Eso sí, tiene que ser siempre las 2. Siento que es para asegurar que están. Todavía tengo leche, eso seguro. Y me gusta pensar que se puede acabar de forma natural. Por un lado tengo ganas, por otro me da pena. Así que vamos fluyendo. Yo te digo cuando no quiero, y tú me dices cuando quieres. Y vamos equilibrando.

El otro día me sorprendiste cuando me dijiste que quieres quedarte a la escuela hasta después de la siesta… yo te iba a buscar antes pero parece que te gusta mucho tu nueva escuelita, y el momento de descansar… un regalito para esta mamá, con tanta necesidad para hacer sus cosas. Así vamos viendo y equilibrando, bailando con la vida.

Te cuesta hacer la siesta, y ayer decidí no intentarlo más. Porque sigue siendo el momento que más fácilmente me enfado, cuando no te duermes… sigues necesitándolo, eso creo, porque veo como llega el sueño, el cansancio, el mal humor… pero con todas tus fuerzas evitas dormir. Si te duermes en el coche o dando un paseo te puedo trasladar a la cama y duermes dos horas seguidas. Pero si vamos las dos a la cama con el objetivo de dormir… olvídalo mamá. Tiene su lado bueno, porque esos días a las 7 ya estas dormida, y duermes 12 horas seguidas :)))

Por la noche, para dormir, un día te acompaña papá y el otro mamá. Sigues llorando un poco con papá, no siempre, no mucho tiempo. Te gustaría tener a mamá para todo…

Y como cuesta irme cuando me dices:

“No quiero que te vayas, mamá.
¡Quiero estar siempre contigo!”

Aun así, voy buscando mis espacios… Para trabajar, para estudiar, para pasarlo bien con las amigas, y desde hace poco, ¡con tu papá! ¡Qué regalo que ya duermes a gusto en casa de tus abuelos!

Qué bonito es soltar y amar, y como disfruto los momentos contigo, y más aún después de esos momentos sin ti. Qué bello es el equilibrio que vamos encontrando, reajustando y transformando, a medida que crecemos todos, en esta aventura que es ser una familia.


Como siempre, sé que me dejo muchas cosas, pero estoy segura de que un día, cuando lo leas, hija mía, te hará sonreír y recordar, por eso este diario es para ti, un tesoro de tu infancia <3

Y para ti que me lees, que tienes una hija o un hijo de la misma edad, para ver similitudes o diferencias, para saber que todo está bien, cada niño/a tiene su ritmo, su ser,  su personalidad. <3

¿Y les amamos infinitamente, a nuestros pequeños, verdad?

Si lo sientes, suscríbete al blog, sígueme en Facebook e Instagram, déjame un comentario e intercambiamos saberes, vivencias y emociones sobre la maternidad. Un abrazo de corazón y hasta el martes que viene,

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