Maternidad consciente… Ser madre consciente no siempre es fácil. Ser consciente de mis actos, pensamientos y sensaciones en relación a mi hija, y poner atención en actuar desde el corazón, va muchas veces acompañado de dos viejos y perturbadores conocidos: el perfeccionismo y la culpa.
Siendo madres, más que nunca, necesito saber que no estoy sola, necesito otras madres para compartir, que me escuchen sin juzgar. Sacar mi oscuridad a la luz alivia mucho, y más cuando me doy cuenta que a ellas también les pasa.
Aquí en «Maternidad consciente» encontrarás las confidencias de una madre, mi diario, que escribo cuando realmente lo necesito. Reflexiones y desahogos… ¡Vitales para sobrevivir!
Para que puedas verlo negro sobre blanco: ¡NO ESTAS SOLA! No eres la única que se equivoca, que a veces no sabe gestionar sus emociones, que siente esa culpa gigante, o ese miedo infinito… es natural, es humano. Y tus hijos te aman seas como seas. ¿Hacemos tribu?
